La polarización y los temas de alta prioridad dividen a Estados Unidos en elecciones históricas.
Este 5 de noviembre de 2024, el electorado estadounidense se enfrenta a una de las votaciones más polarizadas y tensas de los últimos tiempos. En una contienda reñida entre Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata del Partido Demócrata, y Donald Trump, expresidente que busca regresar al poder representando al Partido Republicano, la atención está centrada en estados clave como Pensilvania, Michigan y Arizona, los cuales podrían definir el rumbo de la elección y, en consecuencia, del país.
A lo largo de la jornada, los reportes han indicado una participación masiva en todo el territorio, reflejando la importancia que los ciudadanos asignan a temas críticos en disputa: desde la política migratoria y las relaciones exteriores hasta los derechos civiles y las reformas económicas. En el ámbito legislativo, se disputan varias bancas en el Congreso, donde el partido que logre la mayoría tendrá influencia directa en la aprobación o bloqueo de futuras políticas.
La carrera ha estado marcada por controversias y tensiones; ambos candidatos han prometido medidas firmes en asuntos de seguridad, economía, y política social. Harris, en su propuesta, ha insistido en proteger y ampliar los derechos civiles, mientras que Trump ha enfocado su campaña en reforzar las fronteras y en la lucha contra el crimen, con un marcado enfoque en la seguridad nacional. Los resultados en la madrugada serán clave para definir el rumbo de EE.UU.